A propósito de la conmemoración del día de la mujer trabajadora este 08 de marzo, cabe destacar su rol y valentía en la sociedad, y más allá de ser un momento para regalarles flores y chocolates que también es muy merecido, es de vital importancia reconocer la trascendencia de su lucha por la igualdad, en una sociedad que tiene como deuda histórica respetarlas y valorarlas.
No
se puede olvidar en esta fecha, la razón de dicha conmemoración, teniendo sus
raíces en el movimiento obrero del siglo XIX, con grandes limitaciones en la
sociedad, sin derecho al voto, sin manejar sus propias cuentas, ni formación. Con
una esperanza de vida mucho menor que la masculina por los partos y los malos
tratos.
Por estas justas razones, decidieron empezar a cambiar su propia historia.
Poco a poco se ha venido reconociendo su labor en la construcción de una sociedad más justa, siendo el 8 de marzo una fecha destacada en múltiples partes del mundo y formalizado por la Organización de Naciones Unidas en 1975 como el Día Internacional de la Mujer, destacando en este especial día a las “mujeres corrientes como artífice de la historia y hundiendo sus raíces en la lucha plurisecular por participar en la sociedad en pie de igualdad con el hombre".
Aún hay muchas brechas por cerrar y como sociedad sigue el reto de garantizar un mundo que brinde igualdad de oportunidades a mujeres y hombres, abordando nuevas masculinidades desde la escuela y fortaleciendo los procesos de interacción desde el respeto por el otro y el bienestar colectivo.
De ahí que esta fecha que visibiliza la situación de vulnerabilidad de muchas de las mujeres en diferentes partes del mundo por la condición preestablecida por la misma sociedad machista que aplaude los logros masculinos, pero minimiza la participación de las mujeres, debe trascender de lo comercial.
Es necesaria una sociedad que, si bien ha avanzado en responder a las expectativas de un mundo civilizado, esto ha sido muy lento y aún no ha logrado tan siquiera acercarse a un porcentaje equitativo de participación de las mujeres con referencia a la participación de los hombres en los procesos y estamentos decisorios del progreso de la humanidad. A pesar de saber con certeza que la contribución de las mujeres, su reconocimiento público tarda o se dilata con referencia a sus semejantes de género masculino.
Y es que basta con conocer las cifras de las naciones unidades citada por la BBC al respecto, para darse cuenta de que aún existen razones para seguir luchando:
2.700
millones de mujeres no pueden acceder a las mismas opciones laborales que los
hombres.
En
2019, menos del 25% de los parlamentarios eran mujeres.
Una
de cada tres mujeres sigue sufriendo violencia de género.
De
las 500 personas en puestos de jefatura ejecutiva que lideran las empresas con
mayores ingresos en el mundo, menos del 7% son mujeres.
En
los 92 años de historia que tienen los Premios Oscar, sólo cinco mujeres han
sido nominadas en la categoría de Mejor director; de las cinco, sólo una ganó
el premio (Kathryn Bigelow).
Y
hasta 2086 no se cerrará la brecha salarial si no se contrarresta la tendencia
actual.
Entonces es inconcebible conmemorar el día de la mujer, desconociendo sus derechos y capacidad para afrontar y liderar los procesos que necesita el mundo para avanzar. Por el contrario, es un momento de agradecer su contribución y valentía, tomarlas de la mano y juntos luchar por una sociedad mejor, porque para ellas, como dice mi amiga Claudia nada ha sido regalado; todo ha sido sufrido, luchado y ganado. Feliz Día.
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