jueves, 13 de mayo de 2021

DOCENCIA: MISIÓN SACERDOTAL

Por: Oscar Ríos Gutiérrez - Escritor e investigador.

 “Si tienes que poner alguien en un Pedestal, pon a los Maestros. Son los Héroes de la Sociedad”.

Guy Kawasaki

Comienzo este artículo de opinión, de manera muy sucinta, citando el anterior epígrafe del estadounidense, Guy Kawasaki, reconocido en el mundo por sus grandes conocimientos en el campo de la Informática y Marketing, al igual que por sus emblemáticas publicaciones, como, por ejemplo, el libro denominado “El Arte de Empezar”, que trata de cómo formar emprendedores.

En esta ocasión, quiero escribir unas líneas dedicadas a enaltecer, como debe ser, la plausible profesión del docente. Esta profesión que, en Japón, Singapur, Países Bajos, Canadá y Países Escandinavos, entre otros, es muy admirada por sus habitantes, apoyada por el Estado, y bien remunerada, pero lastimosamente en nuestro país Polombia (con “P” mayúscula), es una profesión denigrada, no apoyada, y mal remunerada.

La función del Docente es considerada como una Función Sacerdotal por pedagogos de la talla como Lev Vygotsky, María Montessori, John Dewey, y Juan Bautista de La Salle, entre otros, quienes afirmaron que la vocación docente es sumamente valiosa, pues gracias a este menester se desarrolla el aspecto cognitivo, el aspecto socio-afectivo y el aspecto psicomotor de los niños para desarrollar jóvenes con altas potencialidades y por ende, adultos que fortalezcan el desarrollo social, personas con gran valor volitivo que ejerciten el principio filosófico de alteridad (pensar en el otro) para ser solidario, y que empleen la tecnología, siendo amigable con el medio ambiente. En otras palabras, después de la loable labor de los sacerdotes en la misión espiritual, sigue la loable labor de los docentes en la formación integral.

Considero muy oportuno hacer una remembranza filológica recordando qué, el vocablo maestro deriva de magister, del adverbio magis que significa “más” o “mayor”. Es decir, al magister lo podríamos definir como el que destaca o está por encima del resto por sus conocimientos y habilidades. Por el contrario, el vocablo ministro deriva de minister, del adverbio minus que significa “menos” o “menor”. El minister era el sirviente o el subordinado que apenas tenía habilidades o conocimientos.

¡Qué garrafal antagonismo! Docena y media de ministros con ingentes sueldos, altos privilegios y garrafales prebendas, son los que obstaculizan las inversiones a la educación, quienes en plena pandemia se han empecinado en gastar billones de dólares para adquirir tanques y aviones destinados a la Guerra, en programas televisivos presidenciales para sostener ficticiamente la credibilidad, displicencia en el manejo de la pandemia. Y, un Magisterio integrado por un poco más de 220.000 docentes, con excelentes títulos universitarios, con continua preparación en pedagogía, con sueldos moderados, y enfrentados con clases donde existe exponencial número de alumnos por curso, con precarias condiciones de vida y de paso bajo número de raciones alimentarias escolares con baja calidad nutritiva, pero con sobrecostos por “Ley de Contratación -PAE”.

Como docentes, conocemos muy bien que la educación colombiana presenta serios problemas de fondo, como, por ejemplo, la bajísima inversión en el sector educativo, lo que genera el nefasto hacinamiento escolar, y, por ende, el regular nivel académico y científico. También, la carente inversión en artes y deportes, lo que entorpece el desarrollo artístico-deportivo en los escolares.

En Tecnología de la Información y Comunicación – TIC´s, el panorama no es alentador, prueba de ello es la ausencia de equipos de cómputo y tables, y si las hay, entonces la falta de mantenimiento, o peor aún, la misma inexistencia de computadores y salas de informática para las instituciones educativas oficiales del sector urbano y rural. Esto último lo pudimos evidenciar -y seguimos evidenciando- a través de la radiografía que, desde hace poco más de un año, al aparecer las clases virtuales por Pandemia Covid 19, cuando los escolares no contaban ni cuentan con dispositivos móviles ni conexión InterNet.

La Ley 715 y el Decreto 1278 de 2002, hacen parte de la normatividad educativa que entorpecieron la benévola Ley 115 de 1994, y han generado Dificultad en ascensos, mala atención en salud, zozobra en el régimen de pensión y cesantías, y bajos salarios como profesionales (comparado incluso con países latinoamericanos).

Dichas normas, creadas y/o reformadas desde hace cuatro lustros para acá, por la Rama Legislativa y Ejecutiva han sido lesivas para la profesión docente, y generan además pérdida en la calidad de educación para nuestra niñez y juventud. A pesar de todas las leyes y decretos que atentan contra la misión sacerdotal docente, puedo afirmar con conocimiento de causa que, el magisterio es de los pocos gremios que sigue sosteniéndose y perseverando en pie de lucha, salvaguardando contra viento y marea el pundonor de la Educación.

Puedo asegurar que, así como la educación es la mejor herramienta para hacer país, para construir tejido social, para producir un desarrollo con justicia social, los gobiernos de turno no han aportado mucho, y, por el contrario, siguen empeñados en malgastar sumas cuantiosas en compra de armas, tanques y aviones, y gastos para su mantenimiento.

Todos los esfuerzos que realiza el magister son contrapuestos con los que realiza el minister, y esto sí que es perturbarte, que la plausible función sacerdotal de 220.000 maestros encuentre la fuerte oposición por la trivial función de 18 ministros, claro está, todos siguiendo el mandato del ejecutivo, quien toma literalmente todos los lineamientos del Modelo Neoliberalismo impuesto por los préstamos del Banco Monetario Internacional, el Banco Mundial, y las medidas del goloso del norte, USA.

A mi juicio, puedo manifestar sin error a equivocarme que, los maestros y maestras, quienes cumplen con su profesión docente y su vocación para coadyuvar la misión sacerdotal, son verdaderos patriotas que sin armas bélicas combaten la ignorancia del pueblo escolar, combaten las nefastas reformas de los ministros, y combaten las injusticias sociales generadas por Casa de Nariño.

Abdico este escrito, pidiendo que el Señor Dios Todopoderoso, bendiga hoy, mañana y siempre a los profesionales de la docencia del municipio de Timaná, del departamento del Huila y de cada rincón de nuestro hermoso país, Colombia.

FELIZ DÍA DEL MAESTRO. . .

Nota: Respetados lectores, si desean montar fácilmente una Puesta Escénica con temática sobre Pedagogía y Paz, entonces les dejo a disposición los Libretos “Reflexión Educativa”, “Los Dos Deudores”, y “La Maestra” -este último de autoría del Dramaturgo, Enrique Buenaventura), quienes están ubicados en el Libro TEATRO: Guía & libretos. (Informes: 319 - 399 79 07)



No hay comentarios:

Publicar un comentario